Los roedores principalmente ratas y ratones son especies conocidas mundialmente por los daños que causan tanto en ambientes agrícolas, como en el almacenamiento de cosechas, pasando por ambientes urbanos y en la transmisión de enfermedades al hombre y animales. Algunos autores señalan que una rata puede comer al día el equivalente al 10% de su peso, esto se traduce en más o menos 10 o 20 kg por año, adicionalmente a la alimentación directa están los daños indirectos por la contaminación causada por sus heces, orina y pelos, aumentando las pérdidas ocasionadas por estas plagas. 

La correcta identificación del tipo de plaga es fundamental para el diseño de la estrategia de manejo, en el caso de los roedores adicional a la correcta identificación (ratones domésticos, de tejado o de alcantarilla..), la exclusión y la adopción de medidas de bioseguridad son básicas par un manejo integrado de la especie.